El restaurante Serrano (En Astorga, León) es un lugar obligado donde deben reposar los cansados pies los peregrinos que hacen el Camino de Santiago.
Al ser un restaurante micológico, en otoño te ofrecen una gran variedad de platos elaborados con las distintas setas, tanto de la región como de fuera de ella.
También es muy recomendable como parada y fonda si estás de viaje, por ejemplo, de paso hacia Galicia.
Cuando te sientas a la mesa y te indican los productos de la carta y de fuera de ella, la información transmitida es abrumadora.
Ofrecen un enorme elenco de comidas, muy ricas y elaboradas (lejos del clásico y contundente cocido maragato, que, por cierto, es uno de sus platos emblemáticos).
A nosotros nos prepararon en sala una amanita cesarea, con su correspondiente aliño, que quitaba el sentido.